Vicente Cifré i Folch

Por Julián Segarra Ortí

   El transporte en Chert se hacía a lomos de caballerías en cuyas alforjas se solía cargar unos 100 kg. de peso a cada lado del animal hasta que por la década de 1870 Ramón Segarra Conesa lo "@Tintoré", adquirió un carro para el transporte en la tintorería de la ropa de sus clientes. Años más tarde a finales del siglo XIX y como consecuencia del aumento de la fiscalidad con el impuesto de la Renta del Alcohol a principios de la década de 1880, Francisco Ortí Ortí "@Tarambana" decidió trasladar a su familia y negocio al pueblo de Chert por sus mejores vías de comunicación y se tarjo de la masía dels Planjovés en el término de Canet lo Roig un carro de torno de los de eje curvado utilizado en los envíos de aguardiente a Holanda y que había comprado su padre Manuel Ortí Beltrán para el transporte de dos barriles de 600 litros cuando llegó desde La Llecua en el término de Morella.

   Vicente de "@Tarambana" (Vicente Ortí Jovaní), padrino de mi madre Vicenta Ortí Ferreres, viendo que con un carro se podían transportar más de 500 Kg. de carga, adquirió en la primera década del siglo XX otro y se hizo transportista y a él le siguieron Joaquín y Juan Ramón de "@Toribio" (Joaquín y Juan Ramón Ferrás Collado), José de "@Blay" (José Francisco Ferreres Beltrán), Gasparet de "@Borlinches" (Gaspar Mateu Jovani), Vicente "@El Torrero" (Vicente Roda Ferreres), Pepe de "@Cameño" (José Beltrán Beltrán) y después otros, como Ramón de "@Monet" (Ramón Beltrán Ferreres), Matías de "@Molinaros" (Matías Sales Beltrán) y hasta las tiendas del pueblo como Juan José de "@Perot" (Juan José Carbó Ferreres) compró uno para su servicio y también se hizo transportista Rosendo del "@Tintoré" (Rosendo Segarra Ferreres), tercer hijo varón de Ramón Segarra Conesa que aprendió el oficio de carpintero en Benicarló de la mano de Bartolomé Traver Roca y cuando no construía carros, también transportaba con su carro, mulo Morico y asno de reata.

   Contaba mi padre Julián Segarra Ferreres del "@Tintoré", cuarto hijo varón de Ramón Segarra Conesa y Teresa Ferreres Gimeno que de pequeño, estando en una finca agrícola, oyeron un ruido ensordecedor con una polvareda en la carretera y se subieron a un olivo para seguridad de que aquella bestia mecánica no les pisara en caso de espantarse. De joven aprendió el oficio de herrero en el taller de la herrería de Juan José de "@Vigatà" (Juan José Chillida Ferrer) en Cervera del Maestre y después adquirió perfección trabajando en San Rafael del Río con Patricio Fonollosa Cuartiella porque su padre pretendía que junto con su hermano Ramón, montaran un negocio para la fabricación de carros, pero marchó con su hermano Francisco a Buenos Aires en Argentina y se puso a trabajar en la factoría de fundición inglesa Eng Laton & Cía que construía calderas de vapor y chimeneas para las calderas. Al ser una importante ciudad, allí ya circulaban coches por las calles, aunque por la izquierda, al revés de España que la circulación por carretera se hacía por la derecha. Cuando regresó a España al haberlo declarado prófugo el Gobierno Militar por no recibir la documentación al tiempo reglamentario, estuvo trabajando con su padre ahondando la noria en la finca de «dellà del riu».

   Echando un leño en el hogar de la cadera destiladora de Quico "@Tarambana" (Francisco Ortí Jovaní), el trabajador fogonero tuvo un percance accidental agujereando la base de la cadera y llamaron inmediatamente a Julián del "@Tintoré" (Julián Segarra Ferreres) para su reparación. Cuando el tío Quico "@Tarambana" llegó a la destilería, ya estaban los albañiles ultimando su reconstrucción. De este incidente nació la amistad entre Vicenta (la hija del tío Quico) y Julián (el hijo del tío Ramón) con la desaprobación del tío Quico por entender que su hija era demasiado joven para tener novio y festejar, pero ocurrió que el día de Navidad, el tío Quico y su esposa Chima debieron mantener el alambique en funcionamiento sin los trabajadores del negocio que decidieron hacer fiesta desatendiendo los turnos y al enterarse Julián del "@Tintoré" en el bar después de comer, se acercó para preguntar si precisaban ayuda y como realmente la necesitaban, aceptaron su ofrecimiento y se puso a trabajar con ellos toda la tarde y durante toda la noche hasta que volvieron los trabajadores al día siguiente.

   Como después de algunas gestiones con el Ministerio, el día 8 de Febrero de 1913, S. M. el Rey D. Alfonso XIII, autorizaba un proyecto de ferrocarril de Castellón de La Plana a Chert para unirse con otra línea de Alcañiz a Vinaroz que nunca se construyeron y ante su evidente retraso en la ejecución de la obra, el tío Quico "@Tarambana" se determinó en adquirir la última finca antes de llegar a la vía del tren a mano izquierda en Vinaroz pero, no hubo acuerdo en el precio. Mientras tanto, con la oposición del tío Quico que quería a Julián del "@Tintoré" como trabajador pero no como yerno y desatendiendo a su amigo Juan José de "@Perot" (Juan José Carbó Ferreres) que le aconsejaba despidiese a Julián de la fábrica, hubo noviazgo y casamiento y dado que el transporte por carretera a tracción animal era demasiado lento, Julián le propuso a su suegro comprar un coche.

   A consecuencia de un incidente con el capitán D. Jacinto López de Haro Peñaranda y un carabinero a principios del verano de 1922 a la entrada del pueblo de Benlloch transportando alcohol con el carro de tracción animal para el fabricante de aguardientes del pueblo Víctor Mateu Mateu, del que Julián Segarra Ferreres resultó detenido, esposado y durante 72 horas encerrado en Castellón de La Plana saliendo bajo fianza y del que tras el juicio, comprobándose que los barriles llevaban las reglamentarias etiquetas, le costó el puesto al capitán de carabineros por su informal proceder, propuso a su suegro la compra de un camión entre los dos, pero Francisco Ortí Jovaní no quiso arriesgarse porque aquel negocio era como la compra de un reloj y cuando se averiase no habría quien lo arreglase y entonces, mi padre Julián Segarra Ferreres, vendió el carro, el macho, los aperos, el pienso y todos los enseres del transporte y con 3500 pesetas, en agosto de 1922 compraron con su esposa Vicenta Ortí Ferreres al agente exclusivo para la provincia Francisco Balaguer Gonel de la calle Herrero, nº 10 en Castellón de La Plana su primer camión Ford T con motor de 4 cilindros, 16 HP fiscales y 750 Kg. de carga pero transportaba dos barriles de 500 litros sin problemas, al que le asignaron la matrícula CAS-232 (conforme al Art. 5 de la R.O. de 24 de mayo de 1907 publicada en la Gaceta de Madrid nº 160 de 9 de junio), era de ruedas de goma macizas de 4 pulgadas, disponía en el pescante de tres pedales de los que apretando el de la izquierda a fondo, accionaba la primera marcha, al medio estaba el punto muerto y soltando, quedaba engranada la marcha directa, con el pedal central, accionando y soltando, permitías al coche retroceder hacia atrás o avanzar hacia adelante, el pedal de la derecha era el freno, con una palanca a la derecha del volante, se accionaba el acelerador manual, pudiendo alcanzar velocidades de 40 Km./h. y en los ejes llevaba las ballestas transversales en cada uno de ellos. Para poder circular por carretera, en compañía del Ingeniero Jefe Provincial de Obras Públicas D. Angel Ochotorena Trujillo, dieron unas vueltas por la ciudad y en su Oficina le entregó un Certificado de Aptitud (conforme al Art. 6º del Reglamento para la circulación de vehículos de motor mecánico por las vías públicas de España, Gaceta de Madrid nº 205 de 24 de julio de 1918, página 233),  con el que circuló durante medio año hasta el año siguiente que nacieron los Permisos de Conducción y cubiertos todos los gastos, aún le sobraron casi 50 pesetas en el bolsillo. Por la rapidez en el servicio de transporte comparado con el de tracción animal, hacía muchos viajes diarios y consumía mucha gasolina y al no existir estaciones surtidores, hizo un contrato con el Sr. Vicente Bayarri Cervera de Petrolífera S.E.C.E., representante de la Casa Shell que estaba en la calle de Vera, nº 36 y 38 de Castellón de La Plana y que después será empleado de Correos y director del Banco de Castellón antes de fusionarse con el Banco de Valencia, para que le vendiese 1000 litros de gasolina todas las semanas que le llevaba al pueblo el hijo soltero del abuelo @Toribio de la plaza Nueva (Juan Ramón Ferrás Collado), que murió de joven a los 22 años de edad el día 11 de marzo de 1927 y se desplazaba todas las semanas a Castellón de La Plana con su carro. La gasolina venía envasada en latas de 5 galones (unos 19 litros por lata), de las que cabían dos en el interior de una caja de madera muy bien construida con colas de milano al precio de 10 pesetas por cajón.

Permiso de Conducción de Julián Segarra Ferreres de Chert.

   Cuando se gastaron las ruedas macizas de este primer Ford, mi padre se desplazó a Barcelona para adquirir otras nuevas y fue a parar a la Casa Continental y un señor alemán[1] que le atendió con todos los honores porque le aparecía un posible cliente, le vendió un juego de ruedas y le ofreció su coche y su chófer para hacer cualquier gestión que precisase en la Ciudad Condal.

   Se dio la circunstancia que el chófer era el Sr. Vicente Cifré i Folch “@Flauta” del pueblo de San Jorge que se fue de joven a Barcelona donde se casó con la Srta. María Figuerola i Riera, siendo los padres de quien de mayor, junto con otros compañeros amigos cogieron la exclusiva para España de Walt Disney y después dibujaban viñetas e historietas en el tebeo El Pulgarcito, en el que Guillermo Cifré i Figuerola, contaba las historias del Reporter Tribulete que en todas parte se mete. Guillermo era de mi edad, en realidad un año mayor, aunque desgraciadamente, murió joven, pero casado con Dª. Margarida Barrabín de Barcelona y con dos hijos, Guillem y Margarida. Tenía una hermana de nombre Roser cinco años menor. Cuando el Sr. Vicente visitaba clientes por el levante y no podía pasar por alguna razón de trabajo a saludar en Chert a sus amigos Vicenta y Julián, enviaba una tarjeta postal excusándose y en la confianza de poder cumplimentarles en otra ocasión.

    De la relación comercial y como el Sr. Vicente Cifré i Folch estaba satisfecho del comportamiento de mis padres, nació la amistad y cuando la Exposición Internacional de Barcelona en 1929 nos invitaron a pasar 15 días con su familia. Dejamos el coche en la destilería del Sr. Adrián (Luis Julien Adrian Hubrecht) de Benicarló y nos fuimos en tren a Barcelona. La familia Cifré vivía en Josepets, cerca de la plaza de Lesseps. Por entonces yo tenía casi 7 años porque era agosto de 1929 y recuerdo que estando esperando el tranvía en la explanada de acceso a la Exposición, apareció por el oeste del edificio principal de la exposición un dirigible Zeppelin y como me quedé observándolo, todos subieron al tranvía y me dejaban a mi en la acera, por suerte, se dieron cuenta de mi ausencia y al punto, bajaron a recogerme.

Julián Segarra Ortí, Guillermo Cifré i Figuerola, Concepción Segarra Ortí, Vicenta Ortí Ferreres, Roser Cifré i Figuerola, María Figuerola i Riera, Julián Segarra Ferreres y Vicente Cifré i Folch.

   En la exposición había un atractivo consistente en una imagen del avión Plus Ultra como volando por encima del puerto y las personas se colocaban detrás del lienzo para ser fotografiadas como recuerdo. Guillermo y yo nos peleamos porque los dos queríamos llevar el volante pero finalmente me permitieron a mí ser el piloto y a Guillermo le convencieron para ser el comandante copiloto porque era el encargado de mandar al piloto por dónde debía volar aquel imaginario avión. Mi hermana Conchita fue la azafata mayor detrás de Guillermo y Roser, iba de pasajera favorita en brazos de su madre Dª. María, finalmente, el Sr. Vicente, se supone controla el importante timón de cola. Dª. María quiso regalarle a mi madre un plantel del rosal que ganó el primer premio en la Exposición y mi padre, lo plantó en el jardincito de casa junto a la reja del patio de las escuelas del pueblo. Como se regaba a diario, creció grande como una parra y en primavera brotaban unas rosas muy bonitas y aromáticas con pétalos de un color como blanco marfil muy pálido y bordes finales sonrosados. En el mes de mayo, las niñas del pueblo se acercaban semanalmente a pedirle a mi madre flores para el Altar del mes de María y ahora de mayores, aún hay mujeres que me lo recuerdan en alguna ocasión cuando coincidimos.

   A nuestro regreso a Benicarló observé que en algunas partes del coche había confeti y no podía comprender la razón, pero hablando un día cuarenta años después con Francisco Soriano Coscollano el calderero ”@Garrofa”, anecdóticamente me comentó que al ser un vehículo descapotable, en las Fiestas de Benicarló del año 1929, el Sr. Adrián se lo prestó a su pandilla de amigos para que desfilaran por el pueblo como carroza.

   Mi padre siempre gastó ruedas de neumáticos Continental hasta que el día 5 de abril de 1938 el ejército de la República requisó todos los autos del pueblo y asignaron su Chevrolet de matrícula T-2452, al servicio de un Hospital Militar que se había instalado en el pueblo. Unos días antes, pudo conseguir por mediación del Sr. Vicente Cifré i Folch, unas ruedas neumáticas nuevas de la Casa Pirelli de Manresa y las sustituyó por las que tenía muy gastadas. Según referencias del chófer que se llevó la camioneta para uso y servicio del ejército, circulaba por los alrededores de Valencia del Cid, pero nunca se supo del vehículo.

   Cuando me trasladaron durante el Servicio Militar desde el Destacamento de Favaritx en la isla de Menorca a la Maestranza de Artillería en Barcelona, algunos domingos por la tarde a campo través por la Rambla de San Andrés y Horta, solía ir al Tibidabo, aparte de que allí, en San Gironi, podía saludar al Sr. Vicente y su esposa Dª. María, paseando de excursión por los alrededores hasta más arriba del «Revolt de la Paella».

   Después de la guerra civil y en la década de 1940 se recuperaron algunos autos del pueblo y el Sr. Vicente Cifré i Folch de Industria y Comercio del Automóvil, S.A.[2] y representante de la Casa MAN en Barcelona, intervino con el coche de Juan José Carbó Ferreres de Chert, pero como le habían quitado el motor, lo vendió. El Ejército tenía unos camiones Opel Blitz a la venta, con motor de 6 cilindros de 14 HP, que estaba montado avanzado en el chasis y así disponían de bastante caja para la carga; mi padre hizo muchas solicitudes para conseguir uno, sin embargo, el primero que vino al pueblo fue un camión Dodge de 3 Tm. que se autoasignó para el alcalde Santiago Adell Marqués aunque nunca había tenido vehículo anteriormente.

Opel Blitz de Julián Segarra Ortí.

   Sabíamos por el Sr. Vicente Cifré i Folch que la casa de balanzas Berkel de Barcelona, quería desprenderse de algunas furgonetas, pero pasaba el tiempo y no las vendía. Finalmente el Sr. Vicente encontró un vehículo comprado por el garage de Ramón Serra Martínez de Barcelona al Concesionario Romagosa[3] unos 20 días antes de la guerra y en el año 1944, el Sr. Cifré le habló a mi padre de este Opel de segunda mano en venta y mi padre fue a comprarlo, pero resultó que no era un Opel Blitz de 750 Kg. sino de 500 Kg. con matrícula B-66549, de 10 HP, cuatro marchas adelante, capaz de alcanzar los 100 Km./hora y neumáticos 4’75X17 que al gastarse por el uso y no pudiendo conseguir otro juego idéntico nuevo, al paso de mucho tiempo, el Sr. Vicente nos adquirió otras de 5’50X17 Firestone, circulando desde entonces con este tipo de ruedas. Cuando se compró el Opel, le rotularon unos letreros publicitarios a los laterales y conociendo el proceder de las autoridades municipales, el vehículo se registró a mi nombre y solicité tarjeta de servicio público porque el negocio iba a nombre de mi padre. Al cabo de unos años, la Delegación de Hacienda de Castellón, me favoreció con un impuesto anual de 200 pesetas (100 pesetas por letrero rotulado a cada lado del vehículo) por hacer publicidad y repinté todo el coche sin los letreros, aunque posteriormente, se exigió rotular el nombre del propietario en las puertas laterales de los vehículos.

   Después de 18 años de servicio con el Opel, tras varios años de espera y mucha correspondencia epistolar, en el año 1962 adquirimos con mi esposa María Dolores Soledad Esbrí Simó el Land Rover Santana de chasis nº 41 (los 40 primeros de la serie, se le entregaron al Estado) de la casa Metalúrgica de Santa Ana, S. A. con motor diesel de 4 cilindros y 14 HP fiscales, autorizado con 1100 Kg. de carga y 11 asientos, al que le asignaron la matrícula CS-19426 después de circular mucho tiempo con matrícula provisional verde, siendo el primer auto con motor a gasoil del pueblo de Chert.

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Notas aclaratorias salvando todos los obstáculos normalizados en el cumplimiento de la Ley Orgánica de 15/1999 de 13 de diciembre de Protección de Datos de Carácter Personal (L.O.P.D.) y de su Reglamento de Desarrollo, regulado por el Real Decreto 1720/2007 de 21 de diciembre (R.D.L.O.P.D.):

[1] De los antecedentes obrantes en mi poder, del día 24 mayo al día 5 junio del año 1922 se celebra en Barcelona una exposición internacional de automóviles en donde se presenta como novedad la rueda neumática con cubierta CORD de tres nervaduras de Neumáticos Continental, Sociedad Anónima Española con sede central en la calle Jorge Juan, nº 37 de Madrid y sucursal en la calle Paseo de Gracia, nº 61 de Barcelona.

    En agosto de 1922 Julián Segarra Ferreres de Chert compra a Francisco Balaguer Gonel de Castellón de La Plana su primer Ford de 750 Kg. de carga y motor de 16 HP al que se matricula CS-232.

    En abril de 1923 la Sociedad General de Automóviles vende en exclusividad coches FIAT en la calle Mallorca, nº 277 de Barcelona.

    En el año 1.925 el Sr. Pablo Warfelmann y el Sr. Federico Steiger, solicitan licencia en Madrid para montar una Sociedad Colectiva destinada a la venta, mantenimiento y reparación de vehículos de motor con el nombre de Warfelmann y Steiger, S. L. con sede en la calle Génova, nº 19 y sucursal en la calle Balmes, nº 84 de Barcelona que hasta la primera mitad de 1928 publicitaban la venta del indicador de dirección ZEISS de Contax, «Contax 393» de Carl Zeiss de Jena (Alemania) y es a partir del mes de julio cuando ya ofrecían los neumáticos Continental.

    Contaba mi padre Julián Segarra Ferreres de Chert que a consecuencia de un frenazo inesperado, el coche arrastró las ruedas bloqueadas sin girar y se produjo un desgaste tangencial en la goma que hacía que el vehículo circulase a botes o vibraciones, por lo que debió cortar parte del neumático para suavizar el rodaje. Tal vez a consecuencia de este incidente, necesitó cambiar de ruedas para una conducción más suave y de ser así, se supone coincidiría con el vendedor alemán en Barcelona cuando se desplazó para adquirir neumáticos nuevos. Esto debió ocurrir en el año 1925 porque a finales de este año, Julián Segarra Ferreres de Chert compró a los hermanos Juan Sebastián y Cayetano Verdera Forner de Vinaroz su segundo Ford por ser concesionarios para El Maestrazgo del representante provincial Francisco Balaguer Gonel; tenía motor con nº 9086847 y era de 16’25 HP, al que le asignaron la matrícula CS-908 y no precisaría ruedas nuevas.

    El día 1 de marzo de 1928 el Ingeniero Jefe de Obras Públicas de Castellón D. Luís María Velasco Páramo, le renueva la documentación a este segundo Ford de matrícula CS-908 y el día 5 de abril de 1928, día de San Vicente, un mes más tarde, Julián Segarra Ferreres de Chert compró a José Cervera Moragull de Tortosa un Chevrolet de 500 Kg. de carga que lo matricularon con T-2452.

    Visitando clientes por Castellón, Valencia y Alicante en octubre de 1928 el Sr. Vicente Cifré i Folch, ya tenía una relación de amistad con Julián Segarra Ferreres como para enviarle una tarjeta postal desde Valencia del Cid excusándose por no poder pasar a ver a su familia en Chert en este viaje.

    En marzo de 1929 el Sr. Pablo Warfelmann envía una carta desde la calle Génova, nº 19 de Madrid a un cliente de Blanes en la provincia de Gerona, por lo que es de suponer que, si el Sr. Pablo Warfelmann está en Madrid, en Barcelona está el Sr. Federico Steiger que sería quien asiste a Julián Segarra Ferreres cuando se dice que “le atiende con todos los honores y le ofrece su coche y su chofer a un cliente que acaba de llegar”; es una situación encontrada y la forma de proceder del responsable de un establecimiento comercial que acaba de abrir sus puertas y aún no tiene cartera de clientes. La deducción lógica de la entrevista comercial tiene que ser del año 1925, por coincidir con el alta del negocio en Madrid y la supuesta apertura posterior de la sucursal en Barcelona.

    En el mes de mayo de 1929, medio año después de la visita del Sr. Vicente Cifré i Folch por el Levante, el garage de la Hispano Fuente En Segures (hoy hife) de la calle Pérez Galdós, nº 19, 21 y 23, frente al Paseo Ribalta y junto a la plaza de toros en Castellón de La Plana, ya ofrece neumáticos Continental de Warfelmann y Steiger, S. L., como concesionario exclusivo para la provincia de Castellón.

[2] La primera referencia que dispongo sobre la empresa Industria y Comercio del Automóvil, S.L. con sede en la calle Genova, nº 19 en Madrid (el mismo edificio de Warfelmann y Steiger, S. L.) y sucursal en la calle Valencia, nº 223 en Barcelona, es de septiembre de 1934 en respuesta al GRAN PREMIO DE ESPAÑA celebrado en el Circuito de Lasarte (Guipúzcoa) en el que el primer premio lo ganó Fagioli sobre coche Mercedes y el segundo premio fue para Caracciola sobre coche Mercedes y con neumáticos Continental.

    En octubre de 1947 la empresa Industria y Comercio del Automóvil, S.L. estaba trasladada a la calle Provenza, nº 185 de Barcelona.

[3] El Sr. Juan Romagosa se asoció con el Sr. Daniel M. Stevenson para formar la empresa Stevenson, Romagosa y Cía. Me consta que desde febrero de 1914 se dedicaban a la importación de carbón por el puerto de Barcelona, pero no fue hasta octubre de 1919 cuando absorbió a la Casa Matas del Sr. Joaquín Matas que se dedicaba a la construcción del coche «Matas», iniciando su andadura en el mundo del automóvil en la calle Cerdeña, nº 287 y en el mes de julio de 1920, trasladarán sus instalaciones a un nuevo garage en la calle Valencia, nº 294, 296 y 298, manteniendo sus oficinas en el Paseo de Gracia, nº 54 de Barcelona.

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