El veneno alimentario

por Julián Segarra Esbrí


   Siendo el agua el disolvente más empleado en el mundo, a continuación por su orden de importancia le sigue el alcohol, una sustancia orgánica con uno o más átomos de carbono en los que tiene un enlace con una molécula de hidroxilo o grupo –OH, el que se descompone de la molécula del agua y químicamente conocida como H2O desorganizada como H-OH.

   El primer alcohol de la serie es el metanol que tiene un solo átomo de carbono y químicamente es CH3OH. Este alcohol se emplea como disolvente pero no es apto para uso alimenticio porque ataca al nervio óptico de la vista y su consumo en alimentación llega a producir ceguera, pero sirve como disolvente en pinturas, pulir muebles, encender el fuego, en fin, para usos industriales.

   El segundo alcohol de la serie es el etanol que tiene dos átomos de carbono y químicamente es CH3-CH2OH. Este alcohol también se emplea como disolvente, o para aumentar el octanaje de la gasolina reduciendo el ruido del sonido de las explosiones, pero además, es apto para uso alimenticio y conservante de los principios activos de las plantas siendo fácilmente digerible en el estómago.

   El tercero de la serie es el propanol CH3-CH3-CH2OH y así sucesivamente.

   Puede ocurrir que el radical –OH, esté en varios átomos de carbono y los llamamos dialcoholes para la molécula de dos o más átomos de carbono, trialcoholes en la molécula de tres o más átomos de carbono, del que el más representativo y popular es el propanotriol con sus tres grupos –OH y que conocemos como glicerina y así sucesivamente.

   En España el alcohol más empleado es el etanol (CH3-CH2OH) y está intervenido por el Gobierno de la nación con una Hacienda Especial que lo controla específicamente junto con los hidrocarburos, el tabaco y próximamente entrarán los plásticos en el club, productos a los que se les aplican unos elevados impuestos especiales, contribuciones o cargas fiscales.

   En el caso del alcohol etílico (C2H6O), este impuesto especial solo se aplica a los alcoholes de uso alimentario y para evitar el fraude por el elevada carga impositiva con la que se grava, se lo desnaturaliza cuando su destino es como disolvente industrial nunca alimenticio.

   Antiguamente el etanol (C2H6O) se lo desnaturalizaba con metanol (CH4O) pero debido a algunas prácticas insalubres no permitidas, en la actualidad se emplean unos aditivos venenosos como el acetato de etilo (C4H8O2), el cloruro de cetilpiridino (C21H38NCl) o el benzoato de denatonio (C28H34N2O3) por ser inodoros, ya que los fabricantes de perfumes protestaron con los primeros desnaturalizantes empleados al enmascarar los aromas propios de la colonia y/o perfume y con los citados, cuando se prueban el boca producen un sabor amargo o desagradable que evita su ingesta, pero que igual sirven para pulir muebles, o lavar cristales y más usos industriales, aunque por obligadas razones legislativas, nunca deberían usarse en artículos alimentarios como el benzyl benzoate (C14H12O2), un tóxico nocivo por ingestión debido a sus persistentes efectos en la salud, de hecho, también se vende alcohol enriquecido con cloruro de benzalconio (C6H5CH2N(CH3)(C8H17-C18H37)2Cl) que para el ignorante aclaro se puede absorber a través de la piel produciendo al descomponerse vapores o gases tóxicos y corrosivos incluyendo amoniaco, cloro y óxidos de nitrógeno, siendo incluso inaceptable hasta para desinfectar instrumental médico y odontólogo por su elevada toxicidad.

   Los geles conteniendo clorhexidina (C22H30N10Cl2), merbromina (C20H8Br2O6HgNa2) -con mercurio-, povidona (C6H9NO) o sus polímeros (C6H9NO)n, hexylcinamaldehído (C15H20O), linanool (C10H18O) que se venden alegremente y se consumen folclóricamente, también son productos tóxicos hasta que nos lavamos las manos con agua, porque incluso se absorben por los poros de la piel y cuando se hace un uso abusivo y continuado por los manipuladores de alimentos como los cocineros, panaderos, pasteleros, carniceros, verduleros, en el caso de las preparaciones y elaboraciones culinarias e incluso reverendos en la Consagración Litúrgica, la Sagrada Forma está impregnada de la toxicidad del gel dando un sabor desagradable en boca. En este último caso citado, cuando eres el último en comulgar después de los muchos feligreses que te preceden, el tóxico ya fue repartido entre los anteriores y los últimos no se enteran, pero como seas de los primeros en tomar la comunión, lo que en realidad estás haciendo es envenenarte y no voy a explicar las razones que exigen esta práctica para que no me encierren en la cárcel o me ocurra como a Juan el Bautista.

   Las personas del mundo que dicen la verdad, están rodeadas de muchos enemigos porque el decir la verdad, molesta a los perversos. Se necesita callar estas voces y no se pueden usar las armas por antipopulares, pero la imaginación no tiene límites y la sutileza tampoco y como los tumores acaban llamándose cáncer y la sociedad asume su fatal desenlace, se aceptan los venenos de venta en farmacias, aquellos establecimientos comerciales del cáliz y la serpiente depositando sus propiedades en el interior… y todos satisfechos.

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